Triduo Pascual.
La celebración católica tradicional, coincidió para nosotros con
un atípico encuentro que no traia buenas noticias -para la armonía
familiar.
Una vez en la misa del lavatorio de pies, y el tema central de
esta pasión, la traición de Judas que entregó a Jesús a la muerte.
Me ha llevado este Viernes Santo, algunas reflexiones sobre este
día que guarda la Iglesia y feligrecía.
A saber lo que se siente ser traicionado y traicionar a los
cercanos. El dolor y las lágrimas que dejado develar una información
que podía esperar o evitarse.
Judas pudo dejar de cambiar aquellas monedas en su momento o ni
siquiera hacerlo. Pero lo hizo y ocurrió el evento histórico que
conmemoramos por estos días...
Algo así me ha puesto pensar hoy...
Que sensible las emociones este viernes en casa, meditando sobre
la vida y la muerte...
Más cuando se tiene un familiar tan cercano como paciente oncológico.
Pero ese hombre que murió por todos. Es el mismo Resucitado que
nos da la Vida y sus bendiciones.
La Trinidad en su Inmensa Misericordia nos llene de FE, ESPERANZA
y VIDA SANA!
Por la Grandeza del Señor ¡Asi Sea!
#GraciasVida
--
ღღღ ღღ ღღ
Comentarios
Publicar un comentario