Lo que va de estos primeros cuatro meses de este año 2021, las
noticias de fallecimientos han ido en aumento y han dado de que hablar
en cualquier lugar del planeta. La principal causa de los decesos ha
sido por la Covid-19. De ahi la pandemia que inició en 2020. Y en este
nuevo año todo indica que se mantendrá. Hasta cuándo, es la
incertidumbre del mundo actual.
Pero en otros casos de decesos, otras han sido las razones. Que al
final deja de importar tal razón. Y lo real y verdadero es que ya no
están con nosotros ni entre nosotros, los seres queridos. Padres,
familiares. Amigos, vecinos. Artistas, políticos, príncipes.
Es una suerte de luto. De duelo colectivo que nos embarga a todos. Sin
importar sexo, edad, clase social o el lugar en donde se resida.
América, Europa, Oriente u Occidente.
En mi caso mi padre, Juan Ramón, falleció el pasado viernes 05 de
febrero a los 91 años. Apenas se cumplieron dos meses de su partida
física este abril. Y el pasado viernes 09 de abril, se conoció la
noticia de la muerte del príncipe Felipe, a los 99 años, esposo de la
reina Isabel II. El comunicado oficial, emitido por el Palacio de
Buckingham, expresó el "profundo dolor" de la reina tras su muerte en
el Castillo de Windsor.
¡Claro, que duele la perdida de alguno de la familia! De ese
maravilloso ser, que ya no vamos a volver a ver. Y toca despedirlo.
Aceptar y reconocerlo en su nueva energía.
Y fue este sábado 17 de abril en la Capilla de San Jorge del Castillo
de Windsor, cuando se celebró el funeral del Príncipe Felipe de
Edimburgo. En una sobria ceremonia debido a la pandemia.
#ALGUNOS DETALLES
Sin conocerse, mi padre y el duque, por el destino o el "ADN de la
vida" como yo le llamo, son dos hombres que comparten algunos
detalles en común y es por ello que escribo y comparto este post.
Ambos nacieron en los años 20. Estuvieron y sirvieron en la Marina
Nacional. De origenes nobles, hablando en lo social. Aunque el otro
con el tiempo se convirtió en duque. Hombres fuertes. Trabajadores.
Casados con mujeres de "buena procedencias". Unidos en matrimonios de
más de 60 años de convivencia. Hombres "cabezas de casa". Pilares de
la familia. Rasgos característicos de los nacidos en esta generación
ya "dorada" de la vida. Y pocos van quedando.
Han sido príncipes de sus hogares, de sus esposas, de sus hijos y de
sus nietos. La nobleza como valor supieron dar a su alrededor.
Siempre estarán presentes por el ejemplo, apoyo y valor que
representaron.
Ambos fallecen en este 2021. Con dos meses de diferencia. Y su
sepelios igual de sobrios y limitado su acompañamiento por el tiempo
de pandemia y con medidas de bioseguridad para la protección.
En tiempos de pandemia, no se ven las coronas de flores. El tiempo del
funeral es corto. Y los que logran el entierro también ese último
adiós, esa despedida es más breve de lo normal. Son pocos los que
pueden o deciden estár. El coronavirus modificó la rutina de los actos
fúnebres. Los nuevos acompañantes son la mascarilla y el
distanciamiento social.
Los funerales tanto de figuras públicas o de la realeza, no solo se
tratan de llorar y homenajear a esa persona, sino que a menudo también
se trata de el final de una era.
Ya lo sabemos. Todo inicia y acaba. En mi experiencia y ahora duelo
por mi padre y mi madre ya hace cinco años. Se cierra un capítulo de
nuestra historia familiar. Ya no están los líderes de la dinastía
familiar BG. ¡Solo falta que termine la pandemia! Y veremos lo que
sigue...
#LA CEREMONIA
Ya sabemos por las medidas de bioseguridad, la ceremonia fúnebre del
Duque, fue transmitida este sábado 17 de abril. Comenzó con un minuto
de silencio antes del inicio del oficio religioso en San Jorge, la
capilla gótica del siglo XV en el milenario castillo de Windsor, 50
kms al oeste de Londres.
Solo asistieron familiares y cercanos. No más de treinta personas
cumpliendo el distanciamiento social.
Esta ha sido la primera aparición pública de la reina tras el deceso
del príncipe Felipe.
Una salida para darle el último adiós, este sábado, al hombre con
quien estuvo casada 73 años. Su "fuerza y apoyo" el duque de
Edimburgo, la consorte real con más años de servicio en la historia
británica. Estuvo al lado de la reina por más de seis décadas de
reinado.
Los cuatros hijos de la pareja real y varios de sus nietos acompañaron
a pie al Land Rover especialmente diseñado por el propio Felipe para
llevar su féretro durante un breve cortejo fúnebre por los jardines
del castillo.
Mientras, la reina les seguía en un automóvil oficial, un Bentley, con
una dama de compañía.
Sin embargo, por las restricciones de la pandemia, vimos a la Reina
Isabel II, sentada a dos metros de distancia, sola en su linea de
asiento en la capilla para despedir a su esposo, con quien se casó
siendo aún princesa en 1947 y cuya muerte la deja sola en su aun
reinado.
La monarca, cumplirá 95 años el próximo miércoles 21 de abril.
Dada la situación por el coronavirus, los británicos y el resto en el
mundo debieron seguir el acto por televisión. La petición fue que no
se desplazaran hasta Windsor. Aunque algunos decidieron hacer el viaje
y tratar de seguir de cerca el funeral.
Ya que el príncipe Felipe, que en mayo cumpliría los 100 años, junto a
Isabel II, coronada en 1952 a sus 25 años, fueron figuras públicas y
de aparición constantes en el Reino Unido cuando la nación se
reconstruia tras la Segunda Guerra Mundial y su imperio empezaba a
desmonronarse.
En el sobrio funeral con estilo militar, también participaron unidades
militares que rindieron honores al fallecido príncipe.
Los partidos de la Premier League, la liga de honor inglesa realizó un
minuto de silencio.
Luego de la jornada del funeral, presidido por el arzobispo de
Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de los anglicanos, el duque
será enterrado en privado en la bóveda real de la Capilla de San
Jorge.
noticias de fallecimientos han ido en aumento y han dado de que hablar
en cualquier lugar del planeta. La principal causa de los decesos ha
sido por la Covid-19. De ahi la pandemia que inició en 2020. Y en este
nuevo año todo indica que se mantendrá. Hasta cuándo, es la
incertidumbre del mundo actual.
Pero en otros casos de decesos, otras han sido las razones. Que al
final deja de importar tal razón. Y lo real y verdadero es que ya no
están con nosotros ni entre nosotros, los seres queridos. Padres,
familiares. Amigos, vecinos. Artistas, políticos, príncipes.
Es una suerte de luto. De duelo colectivo que nos embarga a todos. Sin
importar sexo, edad, clase social o el lugar en donde se resida.
América, Europa, Oriente u Occidente.
En mi caso mi padre, Juan Ramón, falleció el pasado viernes 05 de
febrero a los 91 años. Apenas se cumplieron dos meses de su partida
física este abril. Y el pasado viernes 09 de abril, se conoció la
noticia de la muerte del príncipe Felipe, a los 99 años, esposo de la
reina Isabel II. El comunicado oficial, emitido por el Palacio de
Buckingham, expresó el "profundo dolor" de la reina tras su muerte en
el Castillo de Windsor.
¡Claro, que duele la perdida de alguno de la familia! De ese
maravilloso ser, que ya no vamos a volver a ver. Y toca despedirlo.
Aceptar y reconocerlo en su nueva energía.
Y fue este sábado 17 de abril en la Capilla de San Jorge del Castillo
de Windsor, cuando se celebró el funeral del Príncipe Felipe de
Edimburgo. En una sobria ceremonia debido a la pandemia.
#ALGUNOS DETALLES
Sin conocerse, mi padre y el duque, por el destino o el "ADN de la
vida" como yo le llamo, son dos hombres que comparten algunos
detalles en común y es por ello que escribo y comparto este post.
Ambos nacieron en los años 20. Estuvieron y sirvieron en la Marina
Nacional. De origenes nobles, hablando en lo social. Aunque el otro
con el tiempo se convirtió en duque. Hombres fuertes. Trabajadores.
Casados con mujeres de "buena procedencias". Unidos en matrimonios de
más de 60 años de convivencia. Hombres "cabezas de casa". Pilares de
la familia. Rasgos característicos de los nacidos en esta generación
ya "dorada" de la vida. Y pocos van quedando.
Han sido príncipes de sus hogares, de sus esposas, de sus hijos y de
sus nietos. La nobleza como valor supieron dar a su alrededor.
Siempre estarán presentes por el ejemplo, apoyo y valor que
representaron.
Ambos fallecen en este 2021. Con dos meses de diferencia. Y su
sepelios igual de sobrios y limitado su acompañamiento por el tiempo
de pandemia y con medidas de bioseguridad para la protección.
En tiempos de pandemia, no se ven las coronas de flores. El tiempo del
funeral es corto. Y los que logran el entierro también ese último
adiós, esa despedida es más breve de lo normal. Son pocos los que
pueden o deciden estár. El coronavirus modificó la rutina de los actos
fúnebres. Los nuevos acompañantes son la mascarilla y el
distanciamiento social.
Los funerales tanto de figuras públicas o de la realeza, no solo se
tratan de llorar y homenajear a esa persona, sino que a menudo también
se trata de el final de una era.
Ya lo sabemos. Todo inicia y acaba. En mi experiencia y ahora duelo
por mi padre y mi madre ya hace cinco años. Se cierra un capítulo de
nuestra historia familiar. Ya no están los líderes de la dinastía
familiar BG. ¡Solo falta que termine la pandemia! Y veremos lo que
sigue...
#LA CEREMONIA
Ya sabemos por las medidas de bioseguridad, la ceremonia fúnebre del
Duque, fue transmitida este sábado 17 de abril. Comenzó con un minuto
de silencio antes del inicio del oficio religioso en San Jorge, la
capilla gótica del siglo XV en el milenario castillo de Windsor, 50
kms al oeste de Londres.
Solo asistieron familiares y cercanos. No más de treinta personas
cumpliendo el distanciamiento social.
Esta ha sido la primera aparición pública de la reina tras el deceso
del príncipe Felipe.
Una salida para darle el último adiós, este sábado, al hombre con
quien estuvo casada 73 años. Su "fuerza y apoyo" el duque de
Edimburgo, la consorte real con más años de servicio en la historia
británica. Estuvo al lado de la reina por más de seis décadas de
reinado.
Los cuatros hijos de la pareja real y varios de sus nietos acompañaron
a pie al Land Rover especialmente diseñado por el propio Felipe para
llevar su féretro durante un breve cortejo fúnebre por los jardines
del castillo.
Mientras, la reina les seguía en un automóvil oficial, un Bentley, con
una dama de compañía.
Sin embargo, por las restricciones de la pandemia, vimos a la Reina
Isabel II, sentada a dos metros de distancia, sola en su linea de
asiento en la capilla para despedir a su esposo, con quien se casó
siendo aún princesa en 1947 y cuya muerte la deja sola en su aun
reinado.
La monarca, cumplirá 95 años el próximo miércoles 21 de abril.
Dada la situación por el coronavirus, los británicos y el resto en el
mundo debieron seguir el acto por televisión. La petición fue que no
se desplazaran hasta Windsor. Aunque algunos decidieron hacer el viaje
y tratar de seguir de cerca el funeral.
Ya que el príncipe Felipe, que en mayo cumpliría los 100 años, junto a
Isabel II, coronada en 1952 a sus 25 años, fueron figuras públicas y
de aparición constantes en el Reino Unido cuando la nación se
reconstruia tras la Segunda Guerra Mundial y su imperio empezaba a
desmonronarse.
En el sobrio funeral con estilo militar, también participaron unidades
militares que rindieron honores al fallecido príncipe.
Los partidos de la Premier League, la liga de honor inglesa realizó un
minuto de silencio.
Luego de la jornada del funeral, presidido por el arzobispo de
Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de los anglicanos, el duque
será enterrado en privado en la bóveda real de la Capilla de San
Jorge.
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