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EFE Salud
- Para la mayoría de las personas, la Navidad es una fiesta que se celebra con la familia y en la que predomina la alegría y el deseo de pasarlo bien, disfrutando de comidas y reuniones familiares. Sin embargo, la pérdida de un ser querido, la ruptura con tu pareja o estar hospitalizado afecta notablemente nuestras ganas de celebrar como lo hacíamos cada año, por eso es importante tratar de construir una Navidad diferente incorporando actividades y rituales que nos permitan adaptarnos a esta nueva situación.
1. Pérdida de un familiar
En Navidad el ambiente de celebración, regalos, alegría… choca con los sentimientos de tristeza y añoranza que una persona en duelo siente. Por eso, la reacción más común es huir, suprimir las Navidades o fingir que no ha pasado nada. Aunque esa sea una reacción normal e incluso necesaria en ocasiones, sabemos que no es la más recomendable. Las sugerencias que proponemos son:
- Reúne a la familia que se junta en estas fechas unos días antes para poder exponer cada uno lo que necesita y lo que no necesita hacer. Intenta llegar a acuerdos entre todos, respetando sobre todo a los miembros de la familia que más vinculación tienen con la persona fallecida.
- Ten en cuenta a los niños, y es que nos ayudan mucho a normalizar el duelo. Ellos pueden contribuir a crear un ambiente más distendido estos días, proponiéndoles que hagan dibujos dedicados, poesías, etc..
- Afronta estas primeras Navidades de forma progresiva según nuestro margen de tolerancia. Por ejemplo, tal vez aceptamos cenar todos juntos en Nochebuena, pero decidimos que no se haga en casa de mamá porque ella era la que siempre cocinaba y este año es ella la que ya no está.
- Y la sugerencia más importante: comparte con las personas de tu familia el sentimiento de añoranza. Crea un espacio breve mejor al inicio de la comida o la cena donde todos podáis conectar con su ausencia, así nos será un poco más fácil el resto de la noche. Tal vez al inicio de la cena con un pequeño brindis en su honor, o contando una anécdota que todos recordáis, o poniendo una rosa en la silla que siempre ocupa… Se trata de que todos estemos por un momento en conexión con el dolor que llevamos dentro.
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