En Venezuela, el segundo domingo del mes de mayo se celebra el Día de las Madres.
Así que hoy comparto mi mensaje de salutación a esa mujer única y especial en la vida de cada uno de nosotros: La mamá.
Suele sonar lugar común, pero créanme, admito que es verdad. Aunque aún no soy madre y ni sé si lo seré. La creación así lo quiso y nos dio una Mamá.
Y el libro te lo hizo repetir en el colegio: Mi mamá me ama. Yo amo a mi mamá.
Con debilidades y fortalezas. Con errores y virtudes. Con alegría y fatiga. Con esperanzas y dolor. Con risas y lágrimas. Con título universitario o sólo con estudios de primaria.
Venida de cuna de oro o del hogar más sencillo, quizás huérfana de padre. Con sueños interrumpidos o a medio cumplir. Con dudas y certezas. Con riqueza material o abundancia del bien espiritual. Noble y humilde.
Débil por fuera. Con una fuerza interior sostenida en la paciencia. A veces tan cercana. Tantas otras desconocida.
Con una voz suave. Con una risa tierna. A momentos ingenua. Otro rato crítica. De cuando en vez reflexiva o difícil de hacerle entender tu visión. Se alterará o dispersará. Será por que ella lo dice. Tu opinión competirá con la suya. Llegará el silencio que todo lo calma, lo olvida o lo transmuta.
Habrá días buenos otros no tantos. Pero todos los días sus ojos nunca dejan de mirarte y su boca siempre tendrá la palabra para ti.
Su corazón se agita cuando el nuestro igual brinca. Bien por dulce presagio o por dificultad.
En la salud y en la enfermedad. Ahí más que nunca tendrás su bendición. Y mientras todo se pasa ella ahí estará consintiéndote.
Todo esto lo redescubro observando a mi mamá quien lo ha practicado en sus 80 años-que no lo parece ¡enhorabuena! Con seis críos en 60 años de matrimonio.
Unión por ¿Felicidad o hábito? Esa misma pregunta se la he hecho. Y su respuesta en cada aniversario de bodas es la misma. Palabras más o menos: "Mi felicidad han sido ustedes".
En fin, la lista puede ser muy larga. Porque larga ha de ser la vida de nuestras madres.
Todo esto y más puede ser una Mamá. Supongo que la tuya debe ser parecida.
Si es así, somos afortunados y sólo podemos agradecerle a Dios lo bueno que es con nosotros.
Un brindis Má a tu ¡Salud! y que el próximo año lo celebremos otra vez =) Vivos, sanos y juntos. Ahí nos vemos.
¡Ah, claro! Con todos los regalos que por hoy no te di. Aunque estas líneas son mi mejor regalo.
Así que hoy comparto mi mensaje de salutación a esa mujer única y especial en la vida de cada uno de nosotros: La mamá.
Suele sonar lugar común, pero créanme, admito que es verdad. Aunque aún no soy madre y ni sé si lo seré. La creación así lo quiso y nos dio una Mamá.
Y el libro te lo hizo repetir en el colegio: Mi mamá me ama. Yo amo a mi mamá.
Con debilidades y fortalezas. Con errores y virtudes. Con alegría y fatiga. Con esperanzas y dolor. Con risas y lágrimas. Con título universitario o sólo con estudios de primaria.
Venida de cuna de oro o del hogar más sencillo, quizás huérfana de padre. Con sueños interrumpidos o a medio cumplir. Con dudas y certezas. Con riqueza material o abundancia del bien espiritual. Noble y humilde.
Débil por fuera. Con una fuerza interior sostenida en la paciencia. A veces tan cercana. Tantas otras desconocida.
Con una voz suave. Con una risa tierna. A momentos ingenua. Otro rato crítica. De cuando en vez reflexiva o difícil de hacerle entender tu visión. Se alterará o dispersará. Será por que ella lo dice. Tu opinión competirá con la suya. Llegará el silencio que todo lo calma, lo olvida o lo transmuta.
Habrá días buenos otros no tantos. Pero todos los días sus ojos nunca dejan de mirarte y su boca siempre tendrá la palabra para ti.
Su corazón se agita cuando el nuestro igual brinca. Bien por dulce presagio o por dificultad.
En la salud y en la enfermedad. Ahí más que nunca tendrás su bendición. Y mientras todo se pasa ella ahí estará consintiéndote.
Todo esto lo redescubro observando a mi mamá quien lo ha practicado en sus 80 años-que no lo parece ¡enhorabuena! Con seis críos en 60 años de matrimonio.
Unión por ¿Felicidad o hábito? Esa misma pregunta se la he hecho. Y su respuesta en cada aniversario de bodas es la misma. Palabras más o menos: "Mi felicidad han sido ustedes".
En fin, la lista puede ser muy larga. Porque larga ha de ser la vida de nuestras madres.
Todo esto y más puede ser una Mamá. Supongo que la tuya debe ser parecida.
Si es así, somos afortunados y sólo podemos agradecerle a Dios lo bueno que es con nosotros.
Un brindis Má a tu ¡Salud! y que el próximo año lo celebremos otra vez =) Vivos, sanos y juntos. Ahí nos vemos.
¡Ah, claro! Con todos los regalos que por hoy no te di. Aunque estas líneas son mi mejor regalo.
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