Motivación | ¡Venezuela urge volar en la misma dirección!

Limpiando mi escritorio, me tropiezo con un texto que llegó en un momento de mi vida particular. Habla de los gansos y su peculiar forma de volar cuando se les ve atravesar el cielo. Enseguida mi memoria me llevó al modo en que llegó ese papel a mis manos.
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Dada la coyuntura política, social y económica que atraviesa  mi país, Venezuela. Faltando poco para cumplirse un mes de protestas, enfrentamientos por abusos de represión del gobierno. Ante la polarización inducida. Y en tiempo de Cuaresma, me parece oportuno compartir esas palabras que son recuerdo para mí. Pero hoy puede ser una reflexión y punto de partida para el venezolano que quiere y reclama un cambio favorable para todos en la nación.
              Venezuela vuela misma dirección
Para entonces atravesaba una de esas crisis de edad. Esas que por un momento te hacen perder el rumbo. Y aunque no entiendas al principio su razón. O no quieras aceptar el dolor –ese malestar inteligente que nos avisa, cuando algo no va bien en nosotros, y aún así preferimos no hacerle caso.

El tiempo te permite más adelante comprender esas dificultades pasajeras. Sí, todo se pasa, todo es pasajero. Porque ahí siempre está la mano de Dios. Para ponerte en el camino la ayuda necesaria. A esas personas que de alguna manera ofrecen su sabiduría, su apoyo, el cariño.

Como lo fue el “chino” un médico que conocí. Anestesiólogo y director de un centro clínico privado. También practicaba la medicina homeopática. Entre sesión y sesión para recibir aquel tratamiento en forma de “globulitos” como viene la homeopatía. Surgió la mejoría a la par de una corta amistad.

La sencillez  y cálida persona de Tirso Navarro, su nombre de pila, me dejó este artículo. Era la primera vez que lo leía. Y al final del tratamiento acoplando nuestras alas, fuimos un equipo. ¡Venezuela también urge formar un equipo! ¡Venezuela urge volar en la misma dirección!

A continuación le reproduzco la nota original.

La adaptación es de la doctora Maritza Crespo, conocida especialista en problemas de aprendizaje. Profesora de la Academia de Washington.

Mientras estudiaba uno de los últimos cursos de mis doctorados en los Estados Unidos, uno de mis profesores nos leyó un ensayo de un autor desconocido. Este escrito cambió por completo el espíritu de nuestro grupo. Pedí una copia y lo traduje. Dice así:

Mirad los Gansos

 "El próximo otoño, cuando veas a los gansos dirigiéndose hacia el sur para el invierno, fíjate que vuelan formando una V. Tal vez te interese saber lo que la ciencia ha descubierto acerca del por qué vuelan en esa forma.

Se ha comprobado que cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V, la bandada completa aumenta por lo menos un  71 por ciento más de su poder que si cada uno de los pájaros volara solo.

Las personas que comparten una dirección común y tienen un sentido de comunidad pueden llegar a donde deseen más fácil y rápidamente, porque van apoyándose mutuamente.

Cada vez que un ganso se sale de la formación siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo sólo y rápidamente, regresa a su formación para beneficiarse del poder del compañero que va adelante.

Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos en formación con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.

Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar.
Obtenemos mejores resultados si tomamos turnos haciendo los trabajos más difíciles.

Los gansos que van detrás graznan, (producen el sonido propio de ellos) para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento, produce grandes beneficios. 

Finalmente cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo.

Se quedan acompañándolo hasta que está nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere, y sólo entonces  los dos compañeros vuelven a su bandada o se unen a otro grupo.

Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos uno al lado del otro, apoyándonos y acompañándonos.

Al leer una y otra vez este ensayo siento la tentación de parafrasear las palabras de Jesús:
"Mirad a los gansos: no van a la universidad ni pretenden ser cristianos, pero ni aún salomón con su sabiduría se portó como uno de ellos". Mateo 6:29.


Quien escribe este post agregaría que no sólo los gansos vuelan de esta Venezuela unida como guacamayasforma en V. Ciertas aves lo hacen igual. Vivo en una zona de abundante vegetación y montañas. Por las tardes suelo ver el mismo ritual de las guacamayas con su peculiar sonido y alboroto cruzar la urbanización en este modo. ¡Y de veras nunca andan solas. Siempre van en grupos o al menos en pareja!
Será por que “Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir y además la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente”. Eclesiastés 4:12


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