Todos
en alguna ocasión, y les apuesto que casi a diario, escuchamos la famosa
palabra “estrés”. Y casi siempre,
todos, podemos estar bajo algunos de sus efectos: inquietud, ansiedad,
preocupación o agotamiento físico y mental. Lo que puede conllevar a perder el equilibrio y la salud en algunas
ocasiones de nuestra vida.
El estrés forma parte de la persona.
Algunos expertos consideran que el estrés positivo nos permite estar atentos y
responder ante el peligro.
No obstante, hoy en día dicho término
lo usamos para referirnos a aquellas situaciones
en que nos sentimos abrumados y pensamos que es una carga difícil de
enfrentar.
Les
puedo decir, de esta semana que recién culmina, como un imprevisto desperfecto
en la ducha de mi baño, disparó en mí una mezcla de molestia e inquietud.
El
sólo hecho de quererme quitar una crema puesta en el cabello y que no saliera
agua por la regadera. Encrespó mis emociones. ¡Claro, que luego vino la calma.
Llegó de la mano del plomero!
A
propósito de esta breve situación, quiero compartir con ustedes algunas recomendaciones para
reducir el estrés, dadas por la doctora venezolana Ángela Tigreros y las que apunta la Clínica Mayo (Estados
Unidos).
Toca
ponerlas en práctica si no queremos acabar
como aquella película de Almodóvar…al borde de un ataque de nervios.
1) Identifique qué es
lo que le estresa
Tómese un tiempo para pensar qué es lo que
realmente le está estresando. Haga una lista de esas cosas. Evalúe cuáles de
ellas puede dejar de hacer y elimínela de las lista. Las que decida dejar,
busque la forma de hacerla con tranquilidad y seguro de lograrlo.
2) Sea realista
No se sobrecargue de actividades. Realice
una a la vez. Evite compromisos innecesarios, sobretodos aquellos que le causen
estrés. Aprenda a decir “no”, así evitará algunos conflictos. Aprenda a
delegar.
3) Manténgase activo
La práctica de ejercicio físico u otra
actividad corporal, como el baile, caminar al aire libre de manera regular, es
una forma de bajar el estrés. El ejercicio ayuda a liberar endorfinas y hace
que la mente se enfoque en los movimientos del cuerpo. Lo que hace que mejore
el ánimo. Sentirá más optimismo.
4) Conserve el estilo
de vida sano
Prefiera la alimentación balanceada, las
tres comidas con dos meriendas diarias. Ingiera frutas, vegetales, agua. Evite
las grasas, el exceso de dulce. Limite la cafeína, el alcohol. No fume.
Descanse y busque en que entretenerse.
5) Duerma bien
La cantidad y calidad de sueño incide
directamente en el estado de ánimo, en el nivel de energía y de concentración. En
personas que duerman menos de las
recomendadas 8 horas diarias, puede que
tengan más cortisol, una
sustancia estresante, que quienes duermen en este lapso normal. Si puede tome
una siesta de media hora. Duerma lo suficiente que su organismo necesite para
recuperarse. Si tiene problemas para conciliar el sueño consulte al médico que
le indicará como tener un buen descanso.
6) Ríase
Cuando las personas se ríen, aunque no
sean a carcajadas, y hasta sea fingido, disminuye el estrés mental y se
producen cambios físicos positivos. La risa tiene el poder de darle al cuerpo
una sensación de bienestar y relajación. Lea o vea contenidos humorísticos,
comedias y reúnase con gente divertida. ¡Sonría a diario! Si lo hace de forma
espontánea mejor para usted.
7) Medite
Durante la meditación se controla y elimina
la cantidad de pensamientos que desfilan por la mente a diario y causan estrés.
A través de ella se consigue calma y equilibrio, benéficos para el cuerpo y la
mente. En Tailandia un estudio comprobó
que las personas que hacen meditación budista tenían bajos niveles de cortisol
y de presión arterial. Con sólo 20 minutos de reflexión, oración,
contemplación, respiración o yoga en calma pueden aliviar el estrés y aumentar
la tolerancia a él.
8) Déle play a la
música
Escuchar
música, cantar o tararear, tocar algún instrumento ayuda a calmar a la mente. Reduce
la tensión muscular y baja los niveles de las hormonas del estrés generados por
cualquier circunstancia. También puede realizar algo que le divierta y resulte
agradable, como escribir un diario, leer, pintar, cuidar el jardín. Lo
importante es que usted disfrute la actividad.
9) Sepa oír y tolere
más
La
manera como nos relacionamos con otros puede ser un factor de estrés. La
incomunicación, el no acertar en la manera como expresamos nuestras ideas o
emociones puede alterar la calma. Aprenda a escucharse usted primero. Y luego
escuche a los demás. Antes de hablar, sepa qué quiere decir y busque la mejor
manera de expresarlo. Sea flexible y practique la tolerancia. Hay personas y
situaciones que pueden sugerir aproximaciones y estrategias diferentes para
salir airoso.
10) Comparta
A causa de cómo se perciben los
problemas cotidianos, las personas tienden a ensimismarse. El estrés hace
que la gente se aísle. Por eso es importante buscar y tratar de mantener el
contacto con familiares y amigos. Ellos siempre son un punto de apoyo. Las
actividades como el servicio social o voluntariado en ciertas organizaciones
pueden servir de aliados para olvidar el estrés. El conocido neurólogo
venezolano, Ciro Gaona, afirma “cerebro que se aísla, cerebro que se deteriora”.
Y usted cuida el suyo, verdad. Mejore los vínculos sociales.
Un
estilo de vida relajado le garantiza su estado de salud y bienestar. Si ninguna
de estas sugerencias, le ha devuelto la calma. Busque ayuda profesional para
conocer otro tipo de herramientas útiles para su caso.
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Fotos: De
canstockphoto.es/estilodevida y google.com
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