Si
prestamos un rato de atención a nuestro cuerpo y a las acciones que hacemos
durante el día, nos daremos cuenta que ha ciertas horas se nos facilitan
algunas tareas o por el contrario no provocan llevarlas a cabo.
En
mi caso las diez de la mañana, es la hora formidable para iniciar mis
quehaceres preferidos, entre otros el escribir y leer. Siento que rindo más.
También
noto que a media mañana las diligencias
se me hacen más cómodas de realizar. Es como si el tiempo rindiera en este
rato.
El
motivo para que ello ocurra, se explica porque los seres humanos poseemos un reloj biológico que se activa de forma
circadiana. Es decir, a diario, con
algunos estímulos como la luz y la oscuridad. Que son los principales
reguladores de este reloj interno que le permiten al humano
vivir al día.
¿Quieres saber cómo
enfrentar las tareas diarias, y moverte usando tu reloj biológico circadiano? En el presente artículo te informo la
manera de lograrlo.
¿Dónde se ubica?
El
cerebro, contiene el sistema nervioso
central y este posee la región del hipotálamo, que contiene el núcleo supraquiasmático, en esta área específica, es donde se
encuentra el reloj biológico. Cuya actividad en el organismo está mediada por la
liberación de varias hormonas, una de estas es la melatonina, producida por la glándula
pineal o epífisis. Que según exista luz u oscuridad ella estará activa o
inhibida.
Con ritmo propio
El
reloj biológico circadiano humano, tiene
un ciclo de actividad hormonal propio. Que es autónomo, independiente de lo que
ocurre en el espacio externo. Pero a su vez con un mecanismo de sincronización
interno que le permite adaptarse al medio ambiente.
Tal sincronismo se debe a muchas señales pero
las más importante son la luz y la oscuridad. Advierte el doctor Claudio César
Cárdenas.
¿Qué pasa en nuestro cuerpo cuándo se
recibe luz y cuando está en oscuridad?
En
la persona que está en contacto con una zona iluminada o con la luz directa, se le activan los
receptores específicos que se ubican en la retina de los ojos, según, también en
la piel se encuentran. Estos receptores, llevan la señal de la luz, al núcleo
supraquiasmático, del hipotálamo, y le avisa al cerebro “que hay luz, que es de
día”.
O
en caso contrario, de haber oscuridad,
o poca luz, la señal que trasportan los
receptores al cerebro “es de noche” o “está
amaneciendo”.
De
esta manera funciona nuestro reloj
interno que se ajusta al ciclo natural ambiental de luz y oscuridad. Así lo
explica el doctor Claudio Cárdenas, en su página digital www.durmiendomejor.com
De
acá que en el día cuándo estamos despiertos, activos. También nuestro cerebro
estará despabilado, atento y activo.
Mientras,
que en la noche el reloj circadiano activa el sueño y el cerebro igualmente está
listo para descansar.
Cárdenas,
reitera que la retina no discrimina el
origen o tipo de luz. Es decir, el cerebro registra sólo el estimulo de luz,
sin importar si viene del sol, de una lámpara, o un bombillo. Si es del monitor
de la computadora, televisión o de la pantalla del teléfono celular.
Por lo que estar expuesto durante todo el día
o la noche a una luz artificial, puede alterar el ritmo natural del reloj biológico.
Lo que puede ocurrir que en el día tengamos sueño. Y en la noche se esté
activo.
Lo
que conlleva a trastornos de sueño y al efecto jet-lag, conocido por los
viajeros al trasladarse a un país con diferente horario.
Para
que esto no ocurra, hay que moverse al ritmo del propio reloj biológico.
Acá,
puedes elegir los momentos en que el organismo está más receptivo y responde
favorablemente. Programa cada día para que sea eficaz y lo sepas disfrutar.
Por la mañana
Al
sonar el despertador, el estado de alerta y lucidez aumenta progresivamente. Buen
momento para resolver problemas, tomar decisiones. Memorizar información a
corto plazo, repasar conceptos o detalles para un examen o una entrevista.
Al mediodía
Actividad
hormonal alta, por lo que puede subir la temperatura corporal. Así como el buen
humor y la capacidad de atención.
Primeras horas de la tarde
Pueden servir para estudiar y
memorizar a largo plazo. Hay buena disposición para las actividades manuales y
la práctica de actividades físicas que no requieran un esfuerzo excesivo, como
el yoga, la danza o meditación.
Caída de la tarde
Momento ideal
para hacer un programa de ejercicio físico moderado, salir a caminar, montar
bicicleta, o hacer bailoterapia. También
sirve para realizar trabajos sencillos que no necesiten un alto grado de atención.
Leer u organizar tu espacio favorito.
Primeras horas de la noche
Ya el organismo se prepara para el
descanso. Una cera ligera. Una ducha tibia, un masaje y ambiente de relax es lo
que debe imperar.
Medianoche hasta al amanecer
Se reinicia el ciclo de nuestro reloj biológico. Empezamos
a secretar melatonina. Momento para relajarnos totalmente. El nivel de
conciencia y lucidez tiene su pico más bajo. Toca apagar la luz, el televisor.
Cerrar la computadora y guardar en la gaveta el celular, claro luego de
apagarlo. Ya que tu reloj circadiano marca la hora de dormir y descansar. ¡Hasta
el nuevo día!
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