Prevención | La Medicina Familiar: Atención Personalizada

En anteriores entregas les comenté de mi plan de hacerme una revisión médica, por sentir un ligero agotamiento físico. Pues, el pasado martes 21 de mayo de los corrientes fui al médico. Pero en esta ocasión tuve la oportunidad de asistir a una Consulta de Medicina Familiar.

Luego de un debido y completo examen físico junto a los estudios de laboratorio clínico correspondiente. El resultado, afortunadamente, fue que  todo en  mi organismo, esta funcionando bien. En su propia fisiología, de modo normal. ¡A mi salud!

         Desde entonces la pregunta que me hacen las personas es ¿Qué es la Medicina Familiar? En que se diferencia de las consultas de Medicina Interna o General. El objetivo de este post será aclararles esa y otras interrogantes. ¡Así que sigan leyendo!

         Como se sabe, el ejercicio de la profesión médica exige una continua preparación de estudios y destrezas conforme avance la ciencia. El graduarse de médico cirujano no es el fin, sino el comienzo. Ejercer la Medicina de forma General es una opción. La otra es hacer un  Postgrado y ser Especialista en una determinada área del campo médico.

Los galenos pueden dedicarse a una de las áreas básicas (medicina interna, pediatría, cirugía o gineco-obstetricia). O alguna subespecialidad, en el caso de la Medicina Interna puede ser cardiólogo, neurólogo, sexólogo. Dentro de la Cirugía ser urólogo, neurocirujano, cirujano cardiovascular. En caso de la Pediatría, neonatólogo, nefrólogo o neumonólogo infantil. En Gineco-Obstetricia, ser ginecólogo infantil, ginecólogo de adolescentes, obstetra prenatal. Por citar algunos ejemplos.

Otros médicos prefieren dedicarse a la Atención Primaria de la Salud realizando Postgrado en Medicina General Integral o en Medicina Familiar.

Algunos se dedicarán a la investigación en Ciencias Básicas (anatomía, fisiología, fisiopatología, etc.) O al área de la Salud Pública para la gerencia de programas y centros de salud.

Razón Social

En tal sentido, vemos que la Medicina  Familiar, está reconocida dentro de la carrera médica  y el Médico de Familia está en la capacidad de ejercer su formación y prestar asistencia en salud integral a cualquier persona que lo necesite. Apegado siempre a su propio Código Deontológico Médico que le permite evaluar y regir su moral, su ética y su desempeño profesional.

La Medicina Familiar, surgió como una respuesta a una necesidad social, el rescate del contacto humano ante el desarrollo tecnológico y al cambio del enfoque netamente biomédico al enfoque biopsicosocial.

También, su origen tuvo que ver con el reacomodo de los sistemas de servicio de salud, en el período post guerra. A mediados del siglo pasado se abrió de nuevo el debate al respecto, en el  que los expertos coincidieron en prestar importancia a la organización de servicios de atención primaria de alta calidad, donde el médico de familia juega papel predominante.

 Esta transformación sería el norte de la  salud de este siglo XXI. Según, un artículo escrito por el profesor y doctor Julio Ceitlin, quien fue galardonado con el Premio Gabriel Smilkstein Award 1999, que otorga la  Society of Teachers of Family Medicine, por la tarea de promoción de la Medicina Familiar en América Latina.

Igualmente, Ceitlin destaca que el éxito en países del mundo con los mejores sistemas de salud, se debe al equilibrio en la proporción, de médicos de familia, de atención primaria o generalistas con los especialistas típicos.

Perfil del Médico de Familia

         La esencia de la Medicina Familiar es la gente. Por lo tanto, el Médico de Familia  reconoce al paciente como un todo integrado: En los aspectos biológico, social, psicológico y el entorno en el cual convive.

         En esta especialidad los intereses del paciente deberían de estar por encima de los del médico y el sistema.

 Una manera de conseguirlo es a través de su principal eje de acción: la Atención Primaria de Salud, una asistencia humana e integral que obliga  a pensar en calidad y en costo-beneficios para la demanda.

Entre las competencias de este profesional de la salud, que puede prestar su servicio en un centro médico público o privado. Se encuentran que abarcan las áreas: 1) Asistencial. 2) Administrativa, y 3) Educativa y de Información.

El plano asistencial se ejecuta durante la consulta médica, donde se evaluará, tratará al paciente que será niño, adulto o  grupo familiar. Con su respectiva historia clínica, examen físico completo y puede incluir estudios de electrocardiograma y citología según sea necesario. Podrá hacer tarea de prevención de enfermedades, control de embarazos y planificación familiar. Entre otras maniobras y estudios clínicos requeridos. O hacer referencias a una especialidad si considera conveniente. Por ejemplo la cirugía mayor.

Mientras que en el área administrativa, tendrá que administrar los recursos médicos y humanos, garantizando la calidad, el costo-efectividad en el servicio de atención.

Será capaz de ejercer la docencia o desarrollar campañas educativa y de información desde y hacia la comunidad que lo alberga o en la que se desarrolla.

Cada 19 de mayo, se celebra el día del médico de familia, desde que la fecha se celebró en 2010 en Cancún, México, por primera vez. Ha sido acogida por varios países para celebrar esta labor, reconocer el merito de estos médicos. Como de discutir los principales problemas de salud y promover la atención médica con diversas actividades.

La Medicina Familiar está respaldada con la Organización Mundial de Médicos de Familia, WONCA, por sus siglas en inglés.

Por su parte, en nuestro país existe la Sociedad Venezolana de Medicina Familiar. Disponible en el sitio digital http://www.sovemefa.com

Paciente Satisfecho

Lo más importante cuando el paciente requiera consultar al médico, por prevención, atención o tratamiento es que reciba información pertinente, veraz y de calidad, acerca de su estado de salud. Tanto información y salud son derechos humanos que deben ser garantizados en cualquier parte del mundo.

El médico es la principal fuente de información para el paciente. Sin embargo, el autoconocimiento de nuestro cuerpo o saber identificar en él esa molestia, ese dolor o ese malestar por el cual consultamos también es información para el doctor. Es en esa retroalimentación que se logra restablecer nuestro equilibrio saludable

Por tanto, no deje de preguntar cualquier duda. Si quiere anótelas para que no las olvide. No tenga pena en hacerlo. Es común que pacientes no las realice  sólo por desconocimiento, sino por temor a una reacción negativa por parte del médico, al creer que pueda molestarlo. O que no entenderá su respuesta o esta le pueda dejar más intranquilo que al principio.

Vaya más allá del “¿Qué tengo doctor?” o “¿cuánto es la consulta?”. Indague sobre ¿me estoy tratando en el lugar adecuado y con la persona capaz?, ¿existe una terapia mejor?, ¿cuáles son los efectos secundarios de ese tratamiento?, ¿es necesario ese estudio clínico?, ¿en que condiciones se debe hacer? ¿Qué otras alternativas hay? Son sólo algunas sugerencias.

Si cree que no va a entender las explicaciones, le puede pedir a su médico que le haga un informe o aclare en un récipe. Hoy muchos cuentan en el consultorio con computador para hacerlos más rápido y fácil de leer.

Por último, científicamente está comprobado que la información, el buen trato, y una medicina personalizada hace que la mejoría sea más pronta y la atención médica que reciban sea satisfactoria para usted.

Y  lo más importante que el paciente haya recuperado su bienestar.   

        ¡Ahora, ya saben que pueden contar con el Médico de Familia y visitarlo cuando lo necesiten!

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