En estos días mi desayuno fue algo rápido. Opté por un
sanduche de queso, que acompañé, con mí acostumbrado café con leche, y con un
cambur que me provocó comer, recordando que lo había guardado en la nevera la
noche anterior. Pues, me sentí satisfecha y plena de entusiasmo para iniciar mi
jornada. Ya que el cambur es una fuente
de energía y minerales, hoy les quiero presentar las propiedades de esta
deliciosa fruta tropical y como las aprovecha nuestro cuerpo.
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Conocida como banano o cambur en los países tropicales, los
científicos le llamaron Musa paradisiaca
y no se equivocaron en tal apreciación por las bondades de esta fruta dulce,
fácil de comer y de conseguir, afortunadamente su temporada dura casi todo el
año y su costo es relativamente económico.
Su contenido rico en
vitaminas del tipo A, B6, C, E y minerales como potasio y magnesio junto a
carbohidratos y fibras le brindan al consumidor un aporte constante y rápido
de energía. Recomendado para niños, deportistas, mujeres embarazadas o
lactantes y personas mayores.
La ingesta de este suave fruto contribuye a que se lleve a
cabo numerosos procesos corporales de forma equilibrada.
Es sabido que el cambur es una de las
mejores fuentes naturales de potasio, mineral involucrado tanto en el
equilibrio electrolítico, básico para mantener en su nivel los líquidos del
cuerpo y evitar la deshidratación. Como en la mejora de la circulación, ya que
reduce el riesgo de tensión arterial elevada y de enfermedades
cardiovasculares.
También proporciona
magnesio y ácido fólico que junto a su vitamina
B6 el cambur alivia los estados de nerviosismo y depresión. Contribuye a
tratar la anemia y a prevenir la espina bífida durante el embarazo. Además de fortalecer
al sistema inmunológico.
Pero hay más, estudios científicos han demostrado que la
popular fruta puede tratar las úlceras gástricas, posiblemente sus componentes como pectina y fibra actúan
como un antiácido natural y protegen a la mucosa del estomago de agentes
nocivos e irritantes. El alto contenido de fibra restaura y favorece la acción
intestinal normal, lo que evita el
estreñimiento y finge como laxante natural.
Rico en
azúcares y fibras, como bajo en proteínas y grasas puede equilibrar el
valor del colesterol en sangre.
Según los especialistas en nutrición clínica, un cambur tiene
en promedio 100 calorías. Y aunque es “un alimento ideal para las meriendas
entre comidas por todas las bondades de sus componentes y por ser una buena y
rápida fuente energética”. Consideran que su aporte calórico es relativamente
elevado lo que podría estimular la ganancia de peso.
Pero cuidando las
raciones puede incluirse en la dieta diaria. Y ser consumido por todas las
personas. Sin embargo, los expertos indican “tener precaución en pacientes con
insuficiencia renal que deban restringir el consumo de potasio y en el caso de
los pacientes diabéticos no exceder las cantidades recomendadas por el
nutricionista”.
El cambur se puede comer como fruta entera. Prefiera los que
estén intactos, sin golpes ni magulladuras. El color de su piel le indica el
grado de madurez.
Si le provoca
consumirlo de otra manera puede escoger entre acompañarlo con cereal. En batido
con leche. O en una torta de cambur un delicioso postre. ¡Use su creatividad y
aproveche las propiedades del cambur!
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