A propósito del post anterior en que el hacer una lista de deseos y propósitos a
principios de año es considerado por especialistas médicos, psicólogos y
motivadores como terapéutico; debido
a que la mente se prepara para cumplir con ciertos hábitos o “rituales” positivos que nos permiten así reconocer
el cierre de una etapa para comenzar otro nuevo ciclo.
Me parece oportuna compartir con ustedes la carta de las
metas
ya cansadas y hasta deprimidas de que tú no tomes la decisión y acciones
pertinentes para alcanzarlas. Es una forma maravillosa para que reflexiones,
entiendas y valores lo que quieres en tu vida de hoy en adelante.
El texto siguiente me
lo tropecé en mi archivo y lo publicó el doctor Miguel Sira, médico sexólogo,
en su columna dominical Sexología al día
en un diario de circulación nacional. Sólo me permití cambiarle el nombre a
quien va dirigida, Nelson Raúl, que en el caso serás tú:
Querido Nelson Raúl:
Probablemente ya sabes
de qué se trata esta carta. Ya la has anticipado, lo sé. Se trata de nosotros,
se acabó. ¡Te voy a dejar! Tu indecisión y tú adicción a la indiferencia y a
postergar las cosas indefinidamente me está desgarrando. Simplemente ya no
puedo más. Durante años me emocionaba al escucharte hablar de los negocios que íbamos
a empezar, los lugares que visitaríamos y los hogares en la playa donde viviríamos
para poder sentarnos juntos y ver el
atardecer. Mi corazón palpitaba de la emoción cada vez que hablabas de mí con
los demás, pero luego se rompía en mil pedazos al ver como todos estos sueños
se evaporaban en el aire porque tenías miedo. Como el genio que concede tres
deseos, mi ilusión era darte todo lo que deseabas. Y todo lo que pedía a cambio
era tu atención, tu compromiso y tu disposición para trabajar duro. Si esto es
demasiado pedir, lo siento. Nuestro tiempo junto ha terminado. Todas las cosas
de valor se deben ganar y ya me cansé de
escuchar tus excusas y tu falta de paciencia. En numerosas ocasiones estaba tan
solo a un pasito de ti, pero te rendiste demasiado pronto. ¿Por qué me dejaste
cuando estabas tan cerca? Te quiero decir un secreto. Cada día te gritaba, “soy
tu meta, aquí estoy, ven por mí”. Pero al escucharte decir que “todavía no es
el momento”, “estoy muy cansado” o “algún día lo haré” una y otra vez me desilusioné contigo. Ahora es tiempo de
encontrar a alguien que sí esté comprometido, enfocado y entusiasta. Me voy a
buscarlo.
Atentamente, tus metas.
¡Que estés bien! : )
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contar con tu apoyo. Que leas, comentes y te tomes 7 Minutos para que compartas el contenido con las personas que
quieras ver saludable y sonriente. : )
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