Hoy 17
de octubre es mi cumpleaños.
Para mí es una fecha especial y mágica –así lo he
sentido siempre.
Debería ser así para cada persona el día de Cumplir años. Aunque para el resto sea
un día más.
Es una forma de agradecer
a la naturaleza, a los padres y una misma.
Uno de los regalos que me quise dar en este nuevo inicio es empezar este blog. De modo que
celebraré doble con el bautizo y lanzamiento de esta revista digital.
Yo relaciono la fecha de Cumplir
año con el nacimiento del niño Dios que celebramos en la Navidad. Esa
tradición que año tras año recordamos.
A través del mensaje que
Gabriel, el ángel elegido, anunció al mundo “que a la media noche Jesús
nacería, y se cumplió el mandato de la profecía”. Justo me (aparece en el
reproductor) y suena en la mente el estribillo del aguinaldo.
Y es precisamente esto
lo que significa el Cumplir año. El nacimiento. La vida. ¡VIVIR!
De ahí que uno salude con un ¡Feliz Cumpleaños! Que es el
equivalente a decir en diciembre ¡Feliz Navidad!
Díganme ustedes si estoy en lo cierto y es razonable. Bueno así lo veo.
Independientemente de los años que se cumplan o cómo estos
hayan transcurridos o cómo se celebren lo importante acá es ¡Vivir
la Vida! ¡Nuestra Vida!
Hay algunos que celebran a lo grande. “Que votan la casa por la ventana”. Forman tremenda rumba y si el
aniversario es redondo o inicio de una década nueva. Una razón para tirar
cohetes.
Otros en su lugar querrán “Lanzarse
por la ventana de la casa”. Claro, no es para tanto. Pero según el estado
de animo ni siquiera aspiran a que le recuerden la fecha, menos que los llamen
o saluden por cumplir año. Capaz que se enojen con una por tremenda osadía.
Casos he visto.
Es entendible y se respeta cualquier decisión. Aunque no la
comparta.
También están aquellos que celebran en
la intimidad. Solos, en pareja, con amigos y en familia comparten el almuerzo
especial o la torta en la cena incluidos los regalos, pasapalos y el
infaltable, archiconocido éxito de Emilio
Arvelo, autor del típico “Cumpleaños”.
Yo estoy entre este grupo. Y lo he
disfrutado. Afortunadamente. : )
De nuevo, salta la comparación. Hay quienes les encantan la
navidad y hay otros que no les gusta. Porque el efecto que produce en ellos es
la depresión.
Y es que Cumplir año
y navidad se relacionan con el cierre y el inicio de un ciclo. Es terminar y
empezar de nuevo.
De ahí los análisis, los balances de fin de año. Pero también
los propósitos e ideas del nuevo por llegar..
Cuántas listas hacemos por esta temporada con los buenos
deseos. Muchos inconclusos y otros siquiera empezamos.
Simple. Las hacemos por la ilusión y la esperanza por venir.
Cumplir
año
es igual. Supone un balance de lo vivido. De lo construido. De lo que se tiene.
De lo que no se hizo o se pudo hacer de otra manera.
Cumplir año es lo que se piensa. Lo que nos gusta y nos disgusta.
Comprende las debilidades las fortalezas.
Cumplir
año
es ver y sentir lo bello, lo hermoso y lo no tan bueno de nosotros mismos y del
mundo. Es el despertar y el sueño. La noche y el día. El sol y la lluvia. Es
caer y levantarse para continuar.
Cumplir
año es
todo. Es uno mismo con Dios y con la vida.
Cumplir
año
es la oportunidad. Es renacer. Es volver a empezar.
Y ahí vamos. En el
nuevo camino. De seguro encontraremos la vía a veces despejada. En otros
momentos habrá cola o cualquier obstáculo. Y cuánto veremos en esta nueva ruta.
Mientras tengamos vida hay
que seguir el rumbo de ese camino. Nuevas huellas a pisar. La cosa es saber la dirección a que queremos llegar y ponernos
a andar.
De momento siempre he celebrado Cumplir año. Será que aparte de tenerme a mí con vida, salud y energía. Tengo lo segundo más
importante a mi familia. Mis padres
conmigo sanos y lucidos.
Hoy como la canción de Coldplay,
favorita en mi playlist desde un par de años, voy a “Celebrar la Vida”.
Y como el significado de la Navidad “Dios con nosotros”. Este día de mi cumpleaños será “Dios
conmigo”.
¡Salud!
Comparto con ustedes por esta vía ¡Feliz año!
Así sea. : )
¡Que
estés bien!
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